Lo que piensan los demás

Publicado: 3 noviembre 2014 en General

Durante mucho, mucho tiempo, tanto como un par de décadas, pensé mucho en lo que pensaban los demás. Lo hice durante el suficiente tiempo como para ahora reconocer ese patrón en otros, y ahora creo que pensar en lo que piensan los demás es uno de los males más extendidos en esta sociedad junto con el exceso de duda, el exceso de seriedad y la falta de lujuria. Si sacáramos los tres primeros y añadiéramos el cuarto, la gente haría muchas más cosas y lo disfrutaría mucho más

Mi respuesta es: ¿A ti qué te importa?

Venimos de una dictadura. Suena a cliché pero es cierto, y conviene tenerlo en cuenta para comprender algunas cosas. Puedes ver en cualquier serie o película de la época la importancia que tenía entonces el “qué dirán” para la sociedad. Frases como “Hay que quedar bien” todavía resuenan, como si hubiera alguien que fuera a hacer una foto en algún momento e incluso entonces estuviéramos obligados a quedar bien en la foto, sea lo que sea que eso signifique. Después de más de medio siglo, a pesar de todos los años transcurridos, el poder que todavía tiene esta mentalidad sobre la mayor parte de la población me sigue resultando sorprendente, como si una imaginaria nube negra flotara en el ambiente y penetrara en nuestras cabezas. Con las décadas la nube evolucionó del “qué dirán” al actual “qué pensarán”, sin que la mayor parte de la gente se haya detenido siquiera un momento a preguntarse “¿Qué pensará quién, específicamente?” o “¿Y a mí qué me importa?”.

En serio, ¿qué te importa lo que otros se digan a sí mismos en el interior de sus cráneos? Tienes cosas mejores que hacer.

Sal del encantamiento ahora.

Cada uno de nosotros es como el capitán de su propia nave, tienes que manejar el timón, ajustar las velas, navegar entre los vientos y los escollos, tomar decisiones y mantener el rumbo… Y a la vez, vivimos con una mano en nuestro timón y otra mano en el timón de alguien más. Esto hace las cosas todavía más difíciles, no sólo para uno mismo, sino también para los demás. Probablemente no te das cuenta de lo que haces con tu propio cerebro, pero estás empeñado en gobernar el cerebro de otras personas. ¿No tienes suficiente trabajo? ¿Acaso ya has dominado tu propia mente? ¿Acaso ya dominas todas las posibilidades de tu propio cerebro y necesitas más faena?

Es una psicopatía y eso incluye sufrimiento porque la mayor parte del tiempo estarás rodeado de personas y estarán pensando y pensar en lo que otros están pensando es un arduo trabajo constante que te transporta directamente al mundo de la fantasía, y si todavía estás en el nivel de consciencia en el que piensas en lo que piensan los demás, probablemente se trata de fantasía de la chunga. Es decir, si todavía estás pensando en los que piensan los demás, probablemente no es porque quieres saber todas las cosas bonitas que piensan de ti.

Un ejemplo práctico:

Si a pesar de todo lo anterior sigues creyendo que las imágenes y los sonidos en tu mente corresponden a los pensamientos de otra persona, te propongo el siguiente ejercicio:

Toma un mazo de cartas y siéntate con alguien en tranquilidad. A continuación, pídele que extraiga una carta cualquiera del mazo y que piense en ella. Después, con tus poderes, averigua de qué carta se trata. El resultado te sorprenderá. Repite el proceso las suficientes veces como para asegurarte de que asientas sólidamente la creencia de que te resulta imposible saber lo que alguien está pensando. A partir de ahí puedes aprender unas cosas útiles.

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